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Descubre la importancia de la lactancia materna: técnicas efectivas y soluciones a problemas comunes

Importancia de la lactancia materna

La lactancia materna es una de las mejores decisiones que puedes tomar para la salud y bienestar de tu guagua. La leche materna proporciona todos los nutrientes esenciales que tu pequeño necesita, fortalece su sistema inmunológico y fomenta ese vínculo especial entre madre e hijo. Sin embargo, sabemos que la lactancia puede presentar desafíos, y algunas familias necesitan explorar alternativas como la leche de fórmula. En este artículo, te explicaremos la importancia de la lactancia materna, cómo aumentar la producción de leche materna, técnicas de amamantamiento efectivas y opciones seguras para cuando la lactancia materna no es posible. Respaldado por la Dra María José Corfio, pediatra de la Universidad de los Andes.

 

Importancia de la lactancia materna

La leche materna es el alimento ideal para las guaguas durante sus primeros meses de vida. Los beneficios son numerosos y respaldados por evidencia científica:

  • Nutrición completa: contiene la combinación perfecta de proteínas, grasas y carbohidratos para el crecimiento y desarrollo de tu guagua. La leche materna se adapta a las necesidades cambiantes de tu hijo a medida que crece.

  • Protección inmunológica: la leche materna aporta anticuerpos ("defensas") que protegen a tu guagua contra infecciones y enfermedades. Estos anticuerpos son específicos para los patógenos presentes en tu entorno.

  • Prevención de enfermedades: disminuye la probabilidad de que tu hijo padezca en el futuro obesidad, diabetes tipo 2, infecciones respiratorias y alergias. Estudios han demostrado que los niños amamantados tienen menor riesgo de estas condiciones.

  • Vínculo afectivo: favorece la conexión emocional y psicológica entre madre e hijo. Durante el amamantamiento se liberan hormonas como la oxitocina, que fomentan el apego seguro.

  • Ventajas maternas: ayuda a tu recuperación postparto (contrae el útero, reduciendo el riesgo de hemorragias), disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario, y puede contribuir a la pérdida de peso.

importancia de la lactancia materna

Cómo aumentar la producción de leche materna

Muchas madres enfrentan dificultades con la producción de leche en algún momento. La buena noticia es que existen estrategias efectivas para aumentarla:

1. Mayor succión y vaciado frecuente

Amamantar con mayor frecuencia es una de las estrategias más efectivas para aumentar tu producción de leche. Tu cuerpo funciona según el principio de oferta y demanda: a mayor demanda (succión), mayor oferta (producción).

  • Amamanta a demanda: permite que tu guagua se alimente cada vez que muestre señales de hambre, generalmente cada 2-3 horas, incluyendo en la noche.

  • Ofrece ambos pechos: alterna los pechos en cada toma. Esto es importante porque la leche materna es bifásica (tiene contenido acuoso y aceitoso) y al alternar, aseguras que tu hijo reciba todos los nutrientes.

  • Extracción complementaria: usa un extractor después de cada toma para estimular mayor producción. Esta técnica simula a una guagua con mayor apetito, lo que indica a tu cuerpo que necesita producir más leche.

2. Técnica de lactancia correcta

Dominar la técnica adecuada de amamantamiento es determinante para una lactancia exitosa. Este aspecto va más allá de simplemente ofrecer el pecho; implica comprender cómo funciona la extracción de leche para que sea eficiente y cómoda. La eficiencia con que tu guagua extrae la leche afecta directamente tu producción. Tu cuerpo funciona por oferta y demanda: a mayor extracción, mayor producción. Una técnica correcta asegura tanto la alimentación inmediata de tu guagua como tu producción a largo plazo.

El agarre correcto es fundamental. Lo importante no es que la guagua tome solo el pezón, sino también gran parte de la areola. Un agarre superficial causa extracción ineficiente, dolor y grietas. El agarre adecuado permite que el pezón llegue hasta el paladar blando, facilitando que la lengua realice el movimiento ondulatorio necesario para extraer leche efectivamente.

Un buen agarre se reconoce cuando los labios de tu guagua están evertidos (hacia afuera), formando un sello hermético. Su nariz y mentón deben tocar ligeramente tu pecho. Aunque esto preocupa a algunas madres pensando que su guagua no podrá respirar, la anatomía de los recién nacidos está diseñada para respirar sin problemas en esta posición. Deberías observar un movimiento rítmico hasta sus orejas mientras succiona y escuchar cómo traga.

Variar las posiciones es una estrategia efectiva. Cada posición ejerce presión en diferentes zonas del pecho, permitiendo vaciar todos los conductos lácteos y previniendo conductos obstruidos. También reduce el riesgo de grietas al distribuir la presión en distintas áreas del pezón.

Si enfrentas dificultades persistentes, busca apoyo profesional. Una asesora de lactancia o matrona puede ofrecer ajustes precisos que transforman la experiencia.

Recuerda que existe una curva de aprendizaje. Tú estás aprendiendo a posicionar correctamente mientras tu guagua aprende a coordinar succión, deglución y respiración. Ten paciencia durante este proceso.

La sensación durante el amamantamiento es un buen indicador. Aunque es normal sentir incomodidad los primeros días, el dolor intenso o persistente señala problemas técnicos. Amamantar no debería doler cuando se hace correctamente (aunque puede haber cierto dolor los primeros días, que va disminuyendo con la mejoría de la técnica).

Perfeccionar tu técnica no solo beneficia la nutrición de tu guagua, sino que hace de la lactancia una experiencia placentera, fortaleciendo el vínculo único entre ambos.

3. Alimentación e hidratación adecuadas

Lo que consumes afecta tu producción de leche, aunque en menor medida que la frecuencia y eficiencia de las tomas.

  • Bebe suficiente agua: la hidratación es fundamental. Procura tener siempre una botella de agua a mano, especialmente durante las tomas.

  • Dieta nutritiva: consume alimentos ricos en nutrientes como avena, almendras, espinaca, hinojo y semillas de lino. Una dieta balanceada asegura que tengas los nutrientes necesarios para producir leche de calidad.

  • Sobre las infusiones "galactogogas": no se ha establecido evidencia científica concluyente de que alguna infusión aumente significativamente la producción de leche. Si decides probarlas, consúltalas primero con tu médico.

4. Contacto piel con piel

Esta práctica no solo fortalece el vínculo con tu hijo, sino que también estimula la producción de hormonas beneficiosas para la lactancia.

  • Mantén contacto directo: sostén a tu guagua contra tu piel desnuda para estimular la liberación de oxitocina, hormona que favorece la producción y eyección de leche.

  • Porteo frecuente: usar un portabebés adecuado facilita mantener a tu guagua cerca, lo que puede estimular indirectamente la producción de leche.

5. Evitar factores que reducen la producción

Ciertos factores pueden interferir con tu capacidad para producir leche suficiente.

  • Maneja el estrés: el estrés puede afectar la producción de leche; practicar técnicas de relajación como la meditación o respiración profunda puede ayudar.

  • Descansa lo suficiente: pide ayuda a tu "tribu" para que puedan ver a la guagua cuando no la amamantes, y así poder descansar.

  • Evita interferencias: el uso temprano de mamaderas o chupetes puede afectar la succión eficiente de tu guagua, lo que indirectamente impacta en tu producción.

  • Cuidado con ciertos medicamentos: algunos medicamentos pueden reducir la producción de leche. Consulta siempre con tu médico antes de tomar cualquier medicamento durante la lactancia.

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Técnicas de amamantamiento efectivas

Para una lactancia sin dolor y efectiva, es fundamental aprender técnicas adecuadas:

1. Asegurar un buen agarre

Un agarre correcto es clave para evitar molestias y garantizar que tu guagua reciba suficiente leche:

  • Posición adecuada de la boca: la boca de tu guagua debe cubrir gran parte de la areola, no sólo el pezón. Sus labios deben estar evertidos (hacia afuera), no doblados hacia adentro.

  • Contacto barbilla-pecho: la barbilla de tu guagua debe tocar tu pecho, y su nariz debe quedar libre para respirar.

  • Sin dolor: el amamantamiento no debería causar dolor persistente. Si duele, retira suavemente a tu guagua metiendo tu dedo meñique en su boca para romper el vacío y vuelve a intentarlo.

  • Succión adecuada: tu guagua no debe realizar chasquidos al succionar, esto indica un agarre incorrecto.

2. Posiciones para amamantar

Encontrar la posición ideal para amamantar es fundamental para establecer una lactancia exitosa y cómoda. No existe una única posición correcta, sino aquella que funciona mejor para ti y tu guagua. Experimentar con diferentes posiciones te permitirá descubrir las más adecuadas según tus circunstancias, el tamaño de tus pechos, la edad de tu guagua y tu estado físico.

La posición de cuna es probablemente la más conocida y utilizada por muchas madres. En esta posición, tu guagua descansa sobre tu antebrazo del mismo lado del pecho que está tomando, con su cabeza apoyada en el pliegue de tu codo y su cuerpo girado hacia ti, quedando panza con panza. Esta posición te permite mantener un buen contacto visual con tu pequeño y observar cómo se alimenta. Es especialmente útil cuando ya tienes algo de experiencia y tu guagua ha desarrollado un buen control de su cabeza. Sin embargo, para las primeras semanas puede ser un poco desafiante controlar bien la posición de la cabeza del recién nacido en esta postura.

Una variante muy útil para los primeros días es la posición de cuna cruzada. La diferencia fundamental es que sujetas la cabeza de tu guagua con la mano opuesta al pecho que está tomando, mientras su cuerpo sigue descansando sobre el brazo del lado del pecho. Esta modificación te da mayor control sobre la cabeza de tu guagua, permitiéndote guiarla mejor hacia el pecho y asegurar un agarre más efectivo. Muchas asesoras de lactancia recomiendan esta posición para madres primerizas o cuando se están corrigiendo problemas de agarre inadecuado.

Para las mamás que han tenido una cesárea o que tienen gemelos, la posición de balón de fútbol americano puede ser una verdadera salvación. En esta postura, pones a tu guagua con su cuerpo bajo tu brazo y a un costado de tu cuerpo, como si estuvieras sosteniendo un balón. Su cabecita descansa en tu mano y sus piernas se extienden hacia atrás, evitando así cualquier presión sobre la zona de la cicatriz en caso de cesárea. Esta posición también te da un excelente control sobre la cabeza de tu guagua y una buena visibilidad del agarre. Además, si tienes gemelos, puedes amamantar a ambos simultáneamente usando esta posición en ambos lados.

Para esos momentos en que el cansancio te supera, especialmente durante las tomas nocturnas, la posición acostada de lado es tu mejor aliada. Tú y tu guagua se recuestan de lado en la cama, frente a frente, con su boquita a la altura de tu pezón. Puedes poner una almohada en tu espalda y otra entre tus rodillas para mayor comodidad, y colocar toallas enrolladas detrás de tu guagua para mantenerla segura. Esta posición te permite descansar mientras amamantas, algo invaluable durante esas primeras semanas de adaptación. Muchas madres incluso aprenden a amamantar así mientras duermen, lo que hace que las tomas nocturnas sean menos agotadoras.

Una posición menos conocida pero extremadamente útil en situaciones específicas es la posición en caballito o vertical. En esta, tu guagua se sienta a horcajadas sobre tu pierna, frente a tu pecho, mientras sostienes su espalda y cabeza con tu mano. Esta postura resulta particularmente beneficiosa para guaguas con reflujo, ya que la posición vertical ayuda a mantener la leche en el estómago. También es útil para pequeños con problemas de succión o paladar alto, ya que les permite un mejor control del flujo de leche. No es una posición para usar rutinariamente desde el principio, pero puede ser una excelente alternativa cuando otras posiciones no funcionan bien.

Es importante destacar que, sea cual sea la posición que elijas, hay ciertos principios que siempre debes mantener. Tu guagua debe estar alineada, con su oreja, hombro y cadera en línea recta, para que no tenga que girar la cabeza para alcanzar el pecho. Su nariz debe quedar frente a tu pezón antes de iniciar el agarre, y debes acercar la guagua al pecho, no el pecho a la guagua. Mantener estas directrices te ayudará a prevenir dolores de espalda y cuello, además de asegurar un agarre adecuado.

Con el tiempo, descubrirás que tanto tú como tu guagua desarrollan preferencias por ciertas posiciones. Algunas madres encuentran que alternar posiciones en diferentes tomas ayuda a vaciar distintas áreas del pecho y previene molestias. Otras descubren que su guagua tiene una clara preferencia por una posición específica. Lo importante es que ambos estén cómodos y que la lactancia sea eficiente y placentera.

3. Duración y frecuencia de las tomas

El patrón de alimentación influye directamente en tu producción de leche y en la satisfacción de tu guagua:

  • Alimentación a demanda: amamanta cuando tu guagua muestre señales de hambre, al menos 8 a 12 veces al día en los primeros meses.

  • Tomas nocturnas: no te saltes las tomas de la noche, ya que los niveles más altos de prolactina (hormona implicada en la producción de leche) ocurren principalmente durante la noche.

  • Vaciado completo: deja que tu guagua vacíe bien un pecho antes de cambiar al otro. La leche final (más rica en grasa) es importante para la saciedad y el aumento de peso.

  • Duración variable: una toma puede durar entre 10 a 45 minutos, según cada guagua. A medida que crecen, se vuelven más eficientes al succionar y pueden vaciar tus pechos en menos tiempo.

4. Estimular la producción y eyección de leche

Además de las técnicas ya mencionadas, puedes favorecer el flujo de leche con estos métodos:

  • Compresión del pecho: durante la toma, presiona suavemente tu pecho para ayudar a que la leche fluya mejor, especialmente si notas que tu guagua está succionando pero no tragando.

  • Calor antes de amamantar: aplicar compresas tibias o tomar una ducha caliente antes de amamantar puede estimular el reflejo de eyección.

  • Relajación consciente: respira profundamente y relaja tus hombros y espalda mientras amamantas. El estrés puede inhibir la liberación de oxitocina.

5. Cuidados durante la lactancia

Para mantener una lactancia saludable y duradera, considera estas prácticas:

  • Higiene adecuada: lava tus manos antes de amamantar, pero no es necesario lavar los pezones antes o después de cada toma.

  • Cuidado de los pezones: al finalizar la toma, exprime una gota de leche y esparcirla sobre el pezón, dejando que se seque al aire. Esta práctica ayuda a prevenir grietas.

  • Busca ayuda temprana: si sientes dolor persistente o notas grietas, consulta con un especialista en lactancia antes de que el problema empeore.

importancia de la lactancia materna

Cuando la lactancia materna no es posible

En algunos casos, la lactancia materna exclusiva no es viable debido a problemas de salud, dificultades de producción o por elección personal. Si necesitas recurrir a la leche de fórmula, considera lo siguiente.

  • Elige una fórmula adecuada: consulta con el pediatra para seleccionar la mejor opción según la edad y necesidades de tu guagua.

  • Sigue instrucciones precisas: usa la cantidad correcta de agua y polvo para evitar problemas digestivos o nutricionales.

  • Mantén la cercanía: sostén a tu guagua piel con piel y míralo a los ojos mientras lo alimentas para fortalecer el vínculo.

  • No te sientas culpable: es importante que no te juzgues por no poder alimentarlo con leche materna. Lo más importante es establecer un vínculo adecuado y que tu guagua esté bien alimentada, independientemente de si es con leche materna o fórmula.

  • Observa señales de intolerancia: cambios en las deposiciones, irritabilidad o problemas digestivos pueden indicar que la fórmula no es la adecuada.

  • Lactancia mixta: en algunos casos, es posible combinar lactancia materna y fórmula. Tu pediatra o asesora de lactancia puede ayudarte a establecer este esquema.

Problemas comunes y soluciones

El camino de la lactancia, aunque natural, no siempre está libre de obstáculos. Muchas madres enfrentan desafíos que, sin la información adecuada, podrían llevarlas a abandonar prematuramente esta experiencia. Conocer los problemas más frecuentes y sus soluciones te preparará para afrontarlos con confianza y determinación.

Los pezones doloridos o con grietas son quizás uno de los primeros escollos que muchas madres encuentran. Este malestar, que puede ir desde una ligera sensibilidad hasta un dolor punzante, casi siempre indica un problema con el agarre. Aunque es normal sentir cierta molestia durante los primeros días, un dolor intenso o persistente sugiere que algo no está funcionando correctamente. La solución más efectiva es mejorar la técnica de agarre, asegurándote de que tu guagua agarre suficiente areola y no sólo el pezón. Experimentar con diferentes posiciones también puede ayudar, ya que cada postura ejerce presión en distintas zonas del pezón. Para aliviar el malestar mientras se corrige el problema, puedes aplicar unas gotas de tu propia leche sobre los pezones después de cada toma y dejarlos secar al aire. Este remedio natural contiene factores de cicatrización que promueven la sanación.

La congestión mamaria, ese incómodo endurecimiento y sensación de pesadez en los pechos, suele aparecer cuando la leche "baja" o cuando transcurre demasiado tiempo entre tomas. Tus pechos se llenan tanto que pueden sentirse tensos, calientes y dolorosos. Para aliviar esta condición, la clave está en el amamantamiento frecuente, permitiendo que tu guagua vacíe eficientemente tus pechos. Entre tomas, las compresas frías reducen la inflamación y el dolor. Si la congestión es tan intensa que dificulta el agarre de tu guagua, puedes extraer manualmente un poco de leche para suavizar la areola, solo lo suficiente para facilitar el agarre, ya que el vaciado excesivo estimula mayor producción y podría empeorar el problema a largo plazo.

Los conductos obstruidos se manifiestan como áreas dolorosas, enrojecidas y a veces con bultos palpables en el pecho. Ocurren cuando la leche no fluye adecuadamente por algún conducto, generando una pequeña acumulación. Combatir este problema requiere una estrategia triple: calor, masaje y vaciado eficiente. Aplicar calor húmedo antes de amamantar ayuda a dilatar los conductos, mientras que un suave masaje desde la zona afectada hacia el pezón puede desplazar la obstrucción. Poner a tu guagua de modo que su barbilla apunte hacia la zona obstruida favorece el drenaje, ya que la succión es más fuerte del lado donde se encuentra la barbilla.

La mastitis, una inflamación del tejido mamario que puede o no estar acompañada de infección, representa uno de los desafíos más temidos. Se manifiesta con síntomas similares a la gripe: fiebre, malestar general y zonas del pecho duras, rojas y dolorosas. Ante estos síntomas, es fundamental consultar rápidamente con tu médico, quien probablemente recete antibióticos si hay infección (la mayoría de los antibióticos son compatibles con la lactancia). Contrario a la intuición, debes continuar amamantando, ya que detener la lactancia empeora la condición al permitir que la leche se estanque. El reposo, la hidratación abundante y el vaciado frecuente del pecho afectado son tus mejores aliados para una pronta recuperación.

Finalmente, la percepción de baja producción de leche genera ansiedad en muchas madres. Antes de concluir que no produces suficiente, verifica que tu guagua realmente no esté recibiendo la leche necesaria. Los indicadores confiables incluyen un número adecuado de pañales mojados y sucios, y un crecimiento acorde a su curva. Durante los períodos de crecimiento acelerado, tu guagua puede parecer insatisfecha y pedir el pecho con más frecuencia, lo que es normal y no necesariamente indica baja producción (estos períodos se llaman “crisis de lactancia”). De hecho, estas tomas frecuentes son su forma de estimular mayor producción para satisfacer sus crecientes necesidades.

Conclusiones sobre la lactancia materna

La lactancia materna ofrece beneficios incomparables tanto para la guagua como para la madre, pero también puede presentar desafíos. Con información adecuada, apoyo profesional y técnicas efectivas, muchas madres pueden superar las dificultades iniciales y disfrutar de una experiencia de amamantamiento exitosa.

Recuerda que cada experiencia de lactancia es única, y lo más importante es el bienestar tanto tuyo como de tu guagua. Si enfrentas dificultades, no dudes en buscar ayuda profesional. Una asesora de lactancia, matrona o médico pueden brindarte el apoyo necesario para superar los obstáculos.

Y finalmente, sea cual sea tu camino en la alimentación de tu hijo, lo fundamental es la conexión emocional y el amor que le brindas. La maternidad viene en muchas formas, y todas son valiosas cuando se hacen con dedicación y cariño.

¿Has tenido alguna experiencia particular con la lactancia que quieras compartir? Déjanos tu comentario y comparte tu experiencia con otras mamás.

 

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