Convertirse en mamá por primera vez es una de las experiencias más emocionantes y transformadoras de la vida, pero también puede ser abrumadora. A medida que se acerca el día previsto del parto, las emociones y los sentimientos se mezclan: desde la alegría inmensa hasta las dudas y los miedos que surgen ante algo nuevo.
Cada mamá primeriza se enfrenta a una montaña de preguntas, desde cómo manejar las noches sin dormir hasta cuál es la mejor manera de cuidar de su propia salud y, por supuesto, de su hijo.
Recuperación física y emocional
El proceso de recuperación después del parto, ya sea natural, mediante el uso de epidural o por cesárea, es único para cada mujer.
Es vital que la mamá primeriza entienda que su cuerpo ha pasado por un esfuerzo extraordinario y necesita tiempo para recuperarse. Durante las primeras semanas, es habitual sentir dolor, cansancio extremo e incomodidades, como los loquios (el sangrado postparto, producidos por la expulsión de la placenta) y molestias en la zona perineal o cicatriz de la cesárea.
Además de lo físico, el componente emocional juega un rol muy importante. Es normal sentirse desbordada o incluso tener momentos de tristeza y ansiedad. El apoyo de la pareja, familiares y amigos íntimos, resulta esencial para que la nueva mamá pueda sentirse acompañada en este proceso.
Apoyo emocional
Uno de los pilares más importantes durante el posparto es el apoyo emocional que la mamá recibe. La pareja, la familia y los amigos pueden jugar un papel esencial al proporcionar contención y ayuda práctica, como encargarse de las tareas del hogar o cuidar de la guagua mientras la madre descansa.
Es importante que la nueva mamá no se sienta sola en su experiencia y pueda hablar sobre sus preocupaciones o miedos. A veces, tener un entorno que apoye a la nueva madre puede marcar la diferencia entre disfrutar de un posparto llevadero y uno cargado de angustia.
Consejos Rosen:
Cambios hormonales y emociones
Los cambios hormonales que experimenta la mujer después del parto son muy importantes e incluso pueden desencadenar los llamados "baby blues", una sensación de melancolía que afecta a muchas mamás primerizas en los primeros días, tras el parto. Sin embargo, si los síntomas de tristeza, falta de energía y ansiedad siguen siendo excesivos por más tiempo, podría tratarse de una depresión postparto.
Debes estar atenta a las señales y no dudar en buscar ayuda profesional si te sientes abrumada por emociones que no puedes controlar tú sola.
Alimentación: lactancia o mamadera
Uno de los primeros retos que enfrenta una mamá primeriza es la alimentación del bebé. Ya sea que optes por la lactancia materna o por la leche de fórmula, lo importante es encontrar la alternativa que funcione mejor para ti y tu guagua.
Rutina de sueño de tu hijo
Los patrones de sueño de un recién nacido son irregulares, lo que puede ser todo un desafío para la mamá primeriza. Los bebés suelen dormir en intervalos de 2 a 3 horas, lo que hace que las noches sean interrumpidas y agotadoras.
Consejos para manejar su sueño:
Cuidado del cordón umbilical, baño y pañales
El cuidado básico del recién nacido puede parecer complicado, pero con el tiempo se convertirá en algo natural.
Algunas de las tareas principales incluyen:
Creando una rutina
Con tantas responsabilidades nuevas, organizar el día a día es esencial, para evitar el agotamiento. Las tareas domésticas, el cuidado de la guagua y el tiempo para una misma deben encontrar su equilibrio.
Para conseguirlo, te damos algunas ideas:
Cuidando de ti misma
Aunque la guagua necesita atención constante, es fundamental que la mamá también cuide de su bienestar físico y emocional. Tomar pequeños descansos, aunque sea para disfrutar de una taza de té, leer un libro o salir a pasear, puede marcar notablemente la diferencia.
Delegar tareas y pedir ayuda
No es un signo de debilidad pedir ayuda, sino todo lo contrario. El hecho de delegar determinadas responsabilidades puede ser fundamental para que la mamá primeriza no se sienta sobrecargada.
Pide a tu pareja que se encargue de algunas tareas o cuenta con la ayuda de amigos o familiares, ya que compartir la carga es fundamental.
Expectativas vs. Realidad
Ser mamá primeriza viene con muchas expectativas, algunas impuestas por la sociedad y otras por la propia mamá. El "instinto materno" inmediato es uno de los grandes mitos. Para muchas mujeres, el vínculo con su hijo toma tiempo en desarrollarse, y eso es completamente normal, por lo que no debes preocuparte si no sientes este instinto inmediatamente, tras dar a luz.
Comparaciones con otras madres
Cada mamá primeriza y su guagua son diferentes, y es importante no compararse con otras. Algunas mujeres se recuperan rápidamente, mientras que otras necesitan más tiempo. Al final, lo importante es encontrar lo que funciona mejor para ti y tu hijo.