Sin duda alguna, el nacimiento de una guagua es un evento lleno de emoción y grandes expectativas, y un plan de parto puede ayudar a prepararte para este momento crucial.
Hacer un plan permite que expreses con libertad y conocimiento tus preferencias sobre cómo esperas o quieres que se desarrolle el proceso del parto, y que comuniques claramente tus deseos al equipo de salud que te va atender.
En este artículo te explicamos qué es un plan de parto, qué tipos existen, y cómo puedes armar uno que refleje tus necesidades y valores personales.
Se trata de un documento en el que los futuros padres manifiestan abiertamente sus preferencias y deseos sobre el proceso de nacimiento de su hijo o hija. Este plan incluye tanto aspectos médicos y emocionales, como el tipo de intervenciones que se van a permitir o preferiblemente evitar, el tipo de ambiente durante la llegada de la guagua, y cuál es el apoyo emocional que se espera o necesita durante todo el proceso.
El propósito principal de un plan de parto es asegurar una comunicación clara y fluida entre los padres y el equipo médico que asistirá el parto. Al disponer de un documento escrito, se reducen los posibles malentendidos y se facilita que el equipo de salud respete los deseos de los padres, siempre que sea posible y priorizando la seguridad de la madre y de la guagua.
Beneficios del plan de parto
¿Por qué es importante tener uno?
Debes tener en cuenta que crear un plan de parto no significa que todo se desarrollará exactamente como lo imaginas, pero sí te brinda un punto de partida fundamental. Aunque muchas veces el parto es un proceso impredecible, el plan permite que expreses claramente tus deseos, tanto en términos médicos como emocionales, por lo que puedes tomar cierto control ante posibles intervenciones, creando además un entorno de confianza y seguridad durante uno de los momentos más importantes de tu vida.
Existen distintos enfoques a la hora de crear un plan de parto. Dependiendo de tus preferencias, puedes optar por un tipo de plan más orientado hacia un parto natural o uno que contemple intervenciones médicas.
Plan de parto natural
Este tipo de plan de parto está diseñado para quienes prefieren un parto sin intervenciones médicas, centrado en métodos naturales de control del dolor y una mínima intromisión del equipo médico, siendo el propio cuerpo de la madre el que guíe el nacimiento. Se suelen incluir preferencias sobre técnicas de respiración y relajación, masajes, parto en el agua para aliviar el dolor, y libertad de movimiento durante el trabajo de parto.
Plan de parto con intervenciones médicas
Si prefieres estar abierta a posibles intervenciones, como el uso de anestesia epidural para el manejo del dolor, este tipo de plan es el que necesitas. En este caso, aunque desees un parto lo más natural posible, puedes aceptar que se usen determinadas técnicas médicas para asegurar al máximo posible tu bienestar o comodidad.
Puedes incluir detalles sobre cuándo y cómo te gustaría recibir la anestesia, si prefieres una episiotomía solo en caso necesario, y cómo te gustaría que se manejara el trabajo de parto en cuestiones como la administración de oxitocina o el monitoreo fetal.
Plan de parto para cesárea planificada
Si por razones médicas necesitas una cesárea programada, también es importante crear un plan de parto. Este tipo de plan te permite adelantar aspectos importantes del proceso, como el control del dolor, la forma en que quieres que te informen de cada paso, y las preferencias sobre el contacto inmediato con la guagua después del nacimiento. Puedes concretar si quieres estar acompañada en el quirófano y cómo deseas que se maneje el posparto, especialmente en cuanto a la lactancia y al tiempo de recuperación.
Para que tu plan de parto sea completo y útil, es importante que consideres aspectos fundamentales como:
Armar un plan de parto puede parecer complicado, pero siguiendo estos pasos, podrás hacerlo de manera efectiva:
Para aumentar las probabilidades de que tu plan de parto sea respetado el día del nacimiento, ten en cuenta lo siguientes consejos:
Además de tu plan de parto, no debes olvidarte de: