El verano es una de las épocas más esperadas por las familias: piscinas, juegos al aire libre, vacaciones y mucha energía acumulada. Pero también es un periodo en el que aumentan los accidentes, por eso la prevención estar preparados para saber actuar lo antes posible es clave.
Bastan solo 3-5 cm de agua para que un niño se pueda ahogar, por lo tanto, esto puede pasar hasta en la tina. El ahogamiento lamentablemente puede ocurrir en silencio y en pocos segundos. La seguridad en el agua es importante a cualquier edad, y empieza en casa.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda siempre una supervisión activa y permanente, como la principal medida para evitar ahogamientos. Esto consiste en que los adultos siempre estén a un brazo de distancia del niño cuando esté en el agua, estar mirándolos de forma directa, evitando distractores como el celular y nunca dejar solo a un niño cerca del agua, aunque sepa nadar, prefiere usar trajes de baño de colores fuertes que son más visibles bajo el agua.
Utiliza chalecos salvavidas que queden firmes y ajustados, con correas de sujeción
inferior y tengan contención a nivel de cabeza y cuello, y sean certificados.
Se recomienda que las piscinas estén protegidas por rejas por todos sus costados. Esta protección debe ser mayor a 1.5 metros de alto y los espacios entre los barrotes no pueden ser mayor a 10 cm. Además, debe tener una puerta con seguro y que se cierre de forma automática.
Recuerda no dejar nada cerca con lo que los niños puedan escalar la reja.
La piel de los niños es mucho más sensible al daño solar, la radiación solar se acumula con los años y las quemaduras en la infancia se asocian a mayor riesgo de cáncer de piel en la adultez, por eso es muy importante el correcto uso de protector solar, así evitamos quemaduras por los rayos UV, dolor y molestias.
En menores de 6 meses no se pueden usar protectores solares, por lo que se debe evitar el sol directo. A partir de los 6 meses ya puedes aplicar filtros solares físicos y a partir del año protectores solares. Siempre prefiere protectores solares con FPS de 50UV, aptos para piel sensible y resistentes al agua.
Aplícalos en cantidad generosa sobre la piel seca, en todas las partes del cuerpo expuestas
al sol. Extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, hombros, escote, orejas, manos y empeines. Se debe aplicar al menos 20 minutos antes de exponer al sol y repetir cada 2 horas, ya que el agua y el sudor disminuyen su efecto.
Aunque digan que son ‘resistentes al agua’, tras un baño prolongado se debe volver a aplicar al
salir del agua.
Algunos tips, además del uso de los fotoprotectores:
Los niños tienen menos capacidad de regular el calor, produciendo aumento de la temperatura corporal. Esta situación puede resultar en deshidratación y alteraciones en el sistema nervioso central y puede ser grave. Se deshidratan más rápido que los adultos y muchas veces no piden agua hasta estar ya deshidratados.
Por eso te recomendamos:
En caso de presentar alguno de estos signos de alarma de deshidratación: irritabilidad, decaimiento, boca seca, menos pipí o llanto sin lágrimas, siempre debes consultar en un servicio de urgencia.
La seguridad en los traslados es tan importante como la seguridad en el agua o bajo el sol.
Los accidentes de tránsito siguen siendo una de las principales causas de lesiones graves e incluso mortales en niños, y el uso adecuado del sistema de retención infantil (SRI) reduce de forma significativa el riesgo de muerte y lesiones severas.
Por eso te dejamos algunos puntos clave:
Recuerda la mejor silla es la que se usa siempre, se instala correctamente y se ajusta al peso y talla del niño y su etapa de crecimiento.
En situaciones de emergencia, cada segundo cuenta, y saber realizar RCP básica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La mayoría de los accidentes como ahogamientos, obstrucciones de vía aérea, traumatismos ocurren en la casa o en las actividades del día a día. Por eso, contar con herramientas prácticas para actuar mientras llega la ayuda es fundamental.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) y la American Heart Association (AHA) recomiendan que todos los cuidadores, padres, abuelos, profesores y personas a cargo de niños conozcan las maniobras básicas de RCP.
¿Por qué es importante?
El cerebro puede sufrir daño irreversible en 4 a 6 minutos sin oxígeno. Iniciar las maniobras de RCP de forma temprana duplica o triplica las probabilidades de supervivencia.
¿Cómo actuar en caso de un accidente?
Un consejo práctico es siempre primero mirar, pensar y luego actuar. Debo ver que la escena es segura, no queremos agregar una segunda víctima. Luego ver si el afectado responde a un estímulo y respira, si no respira ni responde se debe llamar a la ambulancia o en Chile al 131 e iniciar inmediatamente las compresiones torácicas hasta que llegue la ayuda.
Disfruta de un verano seguro. Con pequeños cambios y hábitos simples, es posible reducir de manera significativa los riesgos más comunes del verano. Como pediatras, nuestro mensaje es claro: la seguridad no le quita diversión al verano, se la agrega al estar informados, ya que se disfruta más y con mayor tranquilidad.